lunes, septiembre 29, 2003

ausencias


Los últimos días en Veracruz fueron espectaculares, nos fuimos a una playa prácticamente virgen que se encuentra situada frente a un cementerio ceremonial totonaca y la pasamos metidos en el agua del golfo y comiendo mariscos, de allí nos fuimos al puerto de Veracruz a tomar café (yo tomé chocolate) al famoso café La Parroquia frente a la zona de desembarco del puerto. Allí compré dos cajas de puros Cohiba que compartiré llegando. Una caja de puros es para mi maestro Raúl Rincón y la otra para repartir a diestra y siniestra en una buena tarde.
Tenía una presentación pendiente en San Miguel allende , donde ahora me encuentro, y del puerto viajé directo para acá. Tengo otra presentación pendiente en la ciudad de Guanajuato y hasta después, regresaré a Tijuana a terminar un par de canciones, después, a seguir viviendo en aereopuertos y hoteles, parece ser que en lo que resta del año , sólo estaré en Tijuana tres fines de semana, como dicen por allí, ten cuidado con lo que sueñas, que a veces se hace realidad y ya es muy tarde para reclamar o quejarse. He descubierto en mi la capacidad de poder dormir sentado o recargado a cualquier hora del día y en cualquier lugar, si es necesario. Son cualidades que antes no poseía, pero que ésta vida errante del viajero frecuente me ha otorgado. Por cierto tengo miles de millas acumuladas en ambas tarjetas de viajero frecuente tanto de Sky Team como de Star Alliance, pero sinceramente, no tengo el menor ánimo de viajar por mi cuenta a ningún lugar, creo que las utilizaré para ir a tocar a algún lugar de europa (preferentemente portugal) en dónde el presupuesto no alcancé para el avión.

La vida es extaña por acá en San Miguel allende, pero creo que fácilmente me podría acostumbrar. Antier hubo una gran fiesta tipo pamplonada con 30 000 personas ebrias sobre las estrechas calles de ésta pequeña ciudad colonial. Nunca había visto tanto alcohol en la sangre de tanta gente, mucha música, muchos murmullos, muchas mujeres hermosas y muchos desvaríos provocados por largas horas de ingestión alcohólica y todo ésto lo vi y lo viví sin una gota del fruto de baco en mi sistema, no se por qué, pero no se me antojó tomar y ser parte del bacanal. Esa misma noche toqué en un edificio histórico y me he pasado los días descansando y rompiendo un poco con mi rutina tijuanera. Ahora mismo un amigo me invitó a comer a Querétaro y allá andaré, no he logrado localizar ni a mi primo , ni a otra amiga que también vive en querétaro, porque olvidé en casa sus datos para localizarlos, pero igual y el destino nos reune.

Estoy en un maldito café internet y ya es hora de partir.
La vida es como una mecedora antigua acá en San Miguel Allende.
Definitivamente, me hubiera gustado estar acompañado...

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