domingo, septiembre 14, 2003

música para mis oidos


Desde que conseguí un nuevo preamplificador para mi tornamesa, me he pasado las tardes desenpolvando algunos vinilos que tenía años sin escuchar. En verdad ha sido un paseo de éxtasis sonoro.
Estos viejos vinilos pueden contar lo que yo pensaba (y quizá lo que todavía soy), mis caminatas nocturnas, mis caprichos, mis deseos, mis protestas, mis confictos existenciales, lo que me hacía reir, lo que me hacía llorar. En fin, hacen un recuento íntimo de todas mis pasiones.

Hay momentos de mi vida en que he logrado (sobre)vivir sin el amor y/o la pasión de una mujer, pero nunca he podido vivir sin música.
Estos dias la aguja de mi tornamesa, que por cierto ya pide relevo, ha recorrido el surco musical de grupos como: echo and the bunnyman, cabaret voltaire, morton subotnick, ultravox, visage, bauhaus, love and rockets, tones on tail, kraftwerk, sergio mendez, david sylvian, jesus and mary chain, japan, heroica, casino shangai, aviador dro, la dama se esconde, new order, gene loves jezzebel, the police, peter gabriel, astrud gilberto, simple minds, soft cell, siouxie and the banshees, the smiths, piazzolla, the cult y the cure.
Ahora mismo escucho el Japanesse whispers, el primer disco que compré de the cure a los 14 años y compruebo que es posible grabar un disco perfecto.
Estos platos de negro plástico me tienen a mí en su camino surcado, si algún día cometo la ridiculez de tratar de hacer una autobiografía, sólo escanearé la portada de algunos discos y esa será mi historia.

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