Procesos musicales peligrosos para la cabeza
Una buena amiga que fue cantante de un grupo rock que tuvo buen reconocimiento a nivel nacional y en europa, me ha encargado que haga la música y la producción de algunas canciones de su primer disco de solista. Por las giras de nortec y la entrega de nuevas canciones para el colectivo, hasta ahora sólo me he comprometido a colaborar con una canción, aunque si el tiempo me da, lo haré con gusto en otras.
Aprovecho la oportunidad para explorar nuevas posiblidades dentro de la música electrónica por las cuales no he transitado. Con los mismos aparatos electrónicos que generan sonido voy por otros caminos y a veces surgen mil interrogantes cuando cambias de métodos de trabajo e incluso cuando las formas sonoras te resultan poco familiares. En esos dilemas ando estas tardes y noches. Se que no son tan complejos como la paz mundial, pero estas circunstancias de selección son mis guerras personales.
Ella me mandó su voz grabada en un cd, es la primera vez que compongo música teniendo como punto de partida todo el track de voz listo. Tengo varios dias comenzando a trabajar en el ritmo principal, el bajo, las melodias y la armonia. Me gusta su voz y creo que escribe bien canciones.
Ya comienza a sonar a algo parecido a una canción, aunque falta mucho trabajo todavía. Confio en su talento y es un placer trabajar con ella, aunque ella no esté físicamente en el estudio, sólo está su voz.
La única situación que te puede llevar al borde de la locura es que en cada parte de la canción sobre la que trabajo, tengo que escuchar medio millón de veces lo mismo y cuando intento descansar sigo escuchando el estribillo que me persigue como a veces nos persiguen los recuerdos.
Hace rato en mi cabeza daban vueltas, mientras pagaba por una pasta de dientes y agua mineral en el supermercado, las siguientes palabras:
Que no te digan que no
piensa bien
piensa bien a donde es que te vas
y resiste el dolor y la humillación
que no te digan más que no...
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