un poco de letras
No me quejo. Me levanto a la hora que me pega la gana y mi única responsabilidad real, además de tocar en una ciudad distinta casi cada fin de semana para poder pagar la renta y otras minucias básicas de la vida moderna, es componer canciones. No tengo un horario fijo, aunque le dedico a la música un mínimo de seis horas diarias, entre programación, grabación, composición, mezcla etc. Hay dias, como antier, que trabajé 17 horas sin parar. También hay días en que ni siquiera prendo los sintetizadores y me la paso tirado leyendo en un sillón o tomando un poco de vino tinto o de cerveza oscura divangando sobre el futuro.
Muchas veces, al momento de estar trabajando una canción (en cualquiera de sus fases), las ideas se ciclan y los oidos empiezan a mentir. Cuando eso sucede, es mejor parar y hacer otra cosa que no tenga nada que ver con escuchar y sí, mucho con el silencio. Hasta ahora el mejor remedio, para no perder el entusiasmo de seguir componiendo, lo he encontrado leyendo revistas musicales especializadas como: Sound on Sound, Computer Music, Electronic Musician, Keyboard, Future Music etc. Las cuales son, mes tras mes, las que me mantienen informado en cuanto a nuevas tecnologías aplicadas a la música.
Otro remedio similar, es leer libros que hablen de música. Todo este año, no he leido más libros que no sean precisamente eso, libros de música. Desde los que narran la historia de la música en general y de la electrónica en particular, hasta los que informan sobre los inventos tecnológicos que han aportado grandes avances para reproducir, componer y manipular el sonido. También he estado leyendo analisis o ensayos sobre las repercusiones sociales y culturales de la música contemporánea, además de libros sobre teoria de programación analógica, digital y modular y de composición, progresiones de acordes, etc.
Uno de esos libros, que ya estoy a punto de concluir, se llama Strange Sounds -music, Technology and Culture- de Timothy D. Taylor.
En el capítulo 9 que tiene el nombre de: Anxiety, Consumption and Agency. Dice algo que me pareció muy interesante:
"the introductiion of every major new technology, at least in the course of the twentieth century, has been accompanied by a complex mixture of wonderment and anxiety. Digital technology is no different. These anxieties have a bottom serious question about humans and humanity. Two most salient of these questions are: to what extent does today´s technology diminish human agency? On a larger level, to what extent does technology have the capacity to turn human history into its own history?.
Those who have celebrated new technology throughout the twentieth century have ussually sought to allay the more anxiety-producing aspects of new technology..."
Cierto....
<< Home