martes, noviembre 25, 2003

días agitados

El domingo pasado estuvimos en el Universal Amphitheatre tocando ante 8000 rockeros hijos de Saúl Hernández y Frida. De esos que visten oscuro y portan camisetas con la virgensita de Guadalupe y unos nopales de colores estridentes. Quiza el 2% nos iban a ver, el resto andaba buscando su identidad perdida y algún grito de ¡Viva México, Cabrones! o ¡Chinguen a su madre los gringos! y otras perlas que escupen a la menor provación los protagonistas de nuestro hermoso rockcito mexicano.
Dadas la condiciones del festivalote rockero patrocinado nada más y nada menos que por Mc Donalds (comida gourmet, según los gringos), no nos fue nada mal. Hasta estamos con vida y sin rastro de hielazos en la piel.
El festival se llamó Lo McXimo. Ay nomás pa´hacer enojar a la Real Academia de La Lengua Española.

Desde hace muchos años manejo el mismo auto de 1990 y me había rehusado a cambiarlo por el simple hecho de que cuando estoy en Tijuana, mis recorridos son 99% dentro de Playas de Tijuana y el otro 1% lo utilizo para ir al centro y meterme al Dandy del Sur o alguna otra cantinita que me haga olividar un poco mi mundo sintetizado (de sintetizadores). Pero he tenido que dar mi brazo a torcer, ya que el domingo pasado no conseguía raite para ir a tocar a Los Angeles. Necesitaba un auto para transportar el equipo y transportarme a mi y tuve que pedirle el auto prestado a mi madre para poder ir a tocar.
Nunca, ni a mis 16, le había pedido el auto a mi madre.
Desde antier me he dado a la tarea nada grata de comprar el auto trader y todos los periódicos en busca de un auto confiable, no como la cafetera con llantas que me ha movido hasta hoy. Por fin, después de andar entre mecánicos y vendedores , me he decidido por uno. Todavía me resta la odisea de importarlo, ponerle alarma, sacarle seguro contra robos, seguro en USA etc. etc.. Ni siquiera he podido trabajar un poco algunas canciones urgentes. Espero que el vaivén automotriz acabe pronto, aunque en mi desesperación y enfado, compré un auto estándar y yo nunca he manejado un auto estándar. Mi hermano me dice que en un par de meses, tendré que cambiarle el clotch. Seguramente sí, por lo pronto estoy listo para mis clases matutinas.
Si ven en la carretera un auto que parece caballo bronco, no se espanten , soy yo aprendiendo a manejar de nuevo.

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