Encuentro con Pessoa
Después de nuestras intensas conversaciones imaginarias y nuestros mutuos desvelos durante años, finalmente hace dos años nos conocimos, fue en su lugar favorito, La Brasileira.
Eran las cuatro quince de una tarde de clima templado. Yo me hospedaba en el Hotel Borges, que casualmente quedaba justo al lado de La Brasileira, él me esperaba pacientemente sentado allí.
No se como le caí yo, pero a mi él me cayó de maravilla. Yo le entregué el disco que tanto le había prometido, él ya me había dado tanto, que era lo menos (y lo más) que podía ofrecerle. Bebimos vino tinto y quedamos de vernos todos los días en el mismo lugar mientras yo anduviera en tierras lisboetas.
Esta foto es de una de esas noches que entre el luar y las saudades, se convirtió en madrugada.
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