otra vez el tango
De Buenos Aires me traje varios discos de tango. Algunos en vinilo y los que no conseguí en dicho formato los compré en CD.
Me gustan varios bandoneonistas que hicieron época en la Argentina como Pugliese, De Faro, De Falla y sobre todo Piazzolla. Piazolla es una institución de la vanguardia en si mismo. Conseguí discos y canciones que nunca había escuchado y confirmo lo de siempre: Piazzola es Dios.
¨Balada para un loco¨ con Goyeneche es impresionante, aunque orginalmente la hubiese grabado con la dulce voz de Amelita Baltar. Compré todo lo que pude en que cantara Roberto Goyeneche y no me equivoqué, es la voz tanguera que más disfruto. La que más me vuelve loco de emoción y desencanto. De vida y muerte. De venganza y futuro. Así como debe ser el tango...
Así es la voz de Roberto Goyeneche, sobre todo cuando acompaña a Piazolla.
Sin bandoneón no hay tango y sin Goyeneche no hay voz.
La muerte del angel, balada para un loco, preludio para el año 3001, naranjo en flor y tristeza AA (Arthur Alfred). Son imprescindibles.
Ningún instrumento más melancólico que el bandoneón y ninguno con tanto, tanto sentimiento. Ninguno.
El bandoneón guarda en su respiración toda la esperanza y toda la decepción de un planeta entero. Este maldito planeta...
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