Resaca total o como pasan los años
Ayer viernes llegó a mi casa el fronterizo escritor H. Yépez con todo y un barril de cerveza Tijuana oscura bronca.
El pretexto era ofrecerle una digna despedida al poeta newyorkino Bruce Andrews que andaba de visita por estos lares. Un buen tipo, por cierto, amable, sagaz y conocedor de música electrónica.
Carlitos Gutiérrez arribó con los invitados de honor y dos botellas de vino tinto, luego de que el el auto que estos rentaron, había sido violado por algunos ladronzuelos de la zona centro. This is Tijuana
Las llamadas telefónicas fueron sonando y grupos de gente fueron arribando, el conteo final fue de alrededor de veinte personas, yo ingenuamente pensaba que íbamos a ser cinco. Los últimos que se fueron, lo hicieron a las cuatro cuarenta y cinco de la mañana, y si no hubiera sido por la llamada de un vecino pidiéndome tregua, creo que todavía estarían aquí.
Una buena noche de música y cerveza Tijuana, sin duda; lo único malo es que en estos momentos de mi vida, necesito de todo un día y una noche de descanso para recuperarme de dichas andanzas.
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