Lo que sucede algunas noches
La melancolía siempre me atrapa y me golpea antes de poder olvidar.
Qué dificil se hace no deber llamar por teléfono, cuando lo único que haces, es pensar en llamar por teléfono.
Y si llamo y digo cosas que luego me arrepiento de haber dicho, ¿hubiera sido mejor no llamar por teléfono?
Y si no llamo y nunca le hago saber qué pienso de ella, ¿me arrepentiré toda la vida por no llamarle hoy por teléfono?
¡Ah, maldita angustia!, ¡malditas ganas! Esas de querer llamar por teléfono.
Acabo de descubrir que ya no tengo crédito para llamar por teléfono.
¡Ah, maldita sea la modernidad de las tarjetas prepago! ¡Maldita!
Aunque quizá , me hayan salvado de arrepentirme mañana...
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