Aztlán:
Debo confesar que la palabra Aztlán, casi me saca urticaria cada vez que la escucho. Tal cosa me sucede debido a la referencia reiterada que hacen de esa supuesta mítica ciudad, los mexico-norteamericanos, esos exóticos seres que no hablan, ni escriben (o lo hacen terriblemente) el español, pero que se la pasan defendiendo la cultura "azteca" y toda su grandeza histórica, mientras organizan una tamaliza en los patios de cualquier highschool, para celebrar el 5 de mayo (léase con acento gringo). La fecha mexicana más importante para nosotros, a decir de los gringos y de los propios chicanos.
Como diría mi amigo Jorge Verdín, el cual por cierto vive en Pasadena California:
cómo me sacan de onda esos pinches hijos de Frida Kahlo y de Saúl Hernández.
Su patrioterismo (que no es lo mismo que patriotismo) es tan cursi, desinformado y ridículo, que sólo queda sonreir.
Bueno pues dejando a un lado la urticaria que me provoca la palabra Aztlán, hace poco descubrí el blog de un exiliado tijuanense en Suecia que practica un extraño spanglish, muy divertido y atinado a la vez, el cual por cierto, es el motivo de todo esto que hoy escribo..
Curiosamente, hace unos días, le pedí información sobre algún contacto sueco, aprovechando que en junio estaremos tocando en Paris, Barcelona y Berlín, para nuestra posible presentación en Suecia también, pero dudó que en verdad fuera yo el que le escribía y pensó que el mensaje era obra de algún "payasillo" que le jugaba una "malosa artimaña", cosa que se me hace por demás extraña, pero ya me explicará por qué supuso tal cosa.
Su blog contiene la palabra misma de mi alergia cutánea, pero debo confesar que ahora lo leo con regularidad. Por lo que cuenta, la vida en Suecia parece ser todo un desafío sorprendente para un norteño como nosotros.
La dirección del blog de marras es:
http://aztlan2.blogspot.com
Julio (parece ser el nombre del escribiente del blog) además de practicar ese extraño Spanglish, también escribe en español, en inglés y en sueco. Por lo poco que pude apreciar, este último parece ser un idioma por demás complejo, así que si concretamos esa presentación, necesitaremos de la guía de Julio hasta para pedir una cerveza y decir, hola.
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