Capitan Zeta
Así se llama el vino que me regaló ese hermoso ser de nombre Gaby Ramírez. Después de tomarnos varias cervezas esa tarde en un wanna be Pub irlandés de la ciudad, me dice, "acompáñame al carro que te tengo un regalito". Eran los dias previos al año nuevo. Después de abrir la cajuela, me muestra una oscura botella de vino con la etiqueta que decía: Capitan Zeta. Nunca lo había visto. Nada me habían dicho de ese vino con tan exótico nombre y la verdad que en ese instante desconfié que fuera un buen vino. Lo único que me hizo dudar, fueron sus palabras de despedida: "te lo compré, porque se que te gusta el buen vino."
Tres dias después estaba yo empacando la dichosa botella del Capitan Zeta junto con otra de Ácrata 04 (una de las grandes obras maestras del vino Bajacaliforniano actualmente), y con la ropa que me llevé a Playa del Carmen en donde daba un concierto en año nuevo.
Justo a las 11:59 del dia 31 estaba yo descorchando la botella del Capitan Zeta. Fue mi primer bebida del 2007 y qué grata sorpresa: el Capitan Zeta es un vinazo!
Una delicia al paladar y un buen recordatorio de que lo que menos importa de un vino es su nombre -ridículo como en este caso-, sino lo que trae adentro. Y lo que traen adentro estas botellas del Capitan Zeta, es un embriagante líquido maravilloso. -Tome con medida-.
Busqué información en internet sobre el Capitan Zeta y nada encontré. Excepto una referencia en la tienda G. Salinas en la cual compro las botellas de vino últimamente y que ahora me entero, también venden el Capitan Zeta.
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