NIN
Una de las cosas más difíciles que he tenido que decir no en mi vida musical, ha sido decir no a ser el "opening show" de trece conciertos para Nine Inch Nails en Estados Unidos. La gira era verdaderamente cansada. Viajar en una panel diez y seis dias y dar trece conciertos, se antoja como un road trip from hell. Además de que la paga no era del todo buena, sino más bien mala.
Fue una dura decisión decir no a NIN ya que sin duda es una de las mejores bandas de música electrónica del planeta. Ya habrá otra ocasión para convivir con el señor Trent Reznor, quién personalmente quería que estuviéramos acompañándolo. Supongo que habrá decenas de bandas que estarían dispuestas a tocar con NIN sin cobrar un penny. Desafortunadamente para nosotros, esto de la música no es un hobby, sino nuestra vida entera (pasión y realidad), y necesitamos regresar con algo de plata para pagar: la renta, la luz, el teléfono, los taxis, el internet, las cervezas, el vino tinto, las malas comidas y una serie de banalidades de la vida moderna.
Si tan sólo le pudiera decir a mi rentera: señora, no tengo dinero para pagarle la renta de este mes, pero me fui a tocar bien a toda madre con Trent Reznor y la pasé de maravilla. Hasta le mandó su nuevo disco autografiado. Aquí lo tiene! Y ella me dijera, no te preocupes por estas trivialidades mundanas de pagar cuentas, pedrito. Entiendo perfectamente por qué no me pagarás.
Sería yo tan feliz e impulsivo como en la adolescencia, pero la realidad es otra.
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