nada es igual
Ayer comprobé de nuevo que no hay nada, absolutamente nada que suene como un sintetizador analógico de los 70´s. Experimentando con el Oberheim Two Voice, armé una secuencia de seis pasos (para una canción de signatura de 3/4) en el secuenciador analógico para acompañar unos loops de tarolas, tubas y tambora. El resultado da una combinación violenta, cálida y sorprendentemente llevadera.
Lo rudo de los sonidos tanto acústicos como electrónicos parecen haber nacido para estar juntos. Se complementan de manera hermosa y agresiva...
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