Narco Arte
Me llamó mucho la atención un artículo publicado en El Universal donde hablan de un artista plástico de Mexicali que está utilzando a las figuras del narco y su entorno para realizar su obra. Siempre he sentido una fascinación por el mundo oscuro del narcotráfico mexicano, como también por la mafia italiana y los gangsters norteameriocanos de principios del siglo XX. Ese lado oscuro de los antihéroes que desafían al sistema me produce morbo y encanto, aunque también reconozco los grandes males que estos hijosdelachingada dejan a su paso. Es una especie de relación amor-odio la que tengo con dichos personajes.
Desde la secundaria y particulamente en la preparatoria me tocó compartir el salón de clases con varios de los más afamados narco-juniors mexicanos y pude ver muy de cerca su conversión de niños bien desmadrosos a asesinos despiadados y sin escrúpulos. Todos ellos ya estan o muertos, en la cárcel o en algún programa de protección de los Estados Unidos. Nunca fueron mis amigos, pero sí mis compañeros de estudios. A ellos les fascinaban los autos del año y las pistolas, a mi la tecnología y la música. Recuerdo que varios de ellos me preguntaban sobre nuevos grupos de música qué escuchar y yo los ponía al tanto de las novedades discográficas. Hasta allí llegaron nuestros intercambios. Digamos que tuvimos una coordial relación estudiantil. Ya depués sólo supe de ellos a través de los noticieros de televisión y la prensa. En fin...
Ahora me entero de una exposición de Arte que recupera los elementos del narco como parte de un entorno natural en el que vivimos, cosa que nosotros en Nortec decidimos hacer en los visuales que utilizamos en nuestros conciertos. No se trata de glorificar ni de hacer una apología de la figura del narco, simplemente se trata de decir: aquí está presente con nosotros. Con el narco vivimos y convivimos. En mi caso, desde la secundaria con los narco-juniors y hoy en día, cada vez que compro el periódico y veo los encabezados de las noticias.
Va la nota de El Universal sobre lo que denominan Art-Narcó. Me gustaría ver la exposición en mención y conocer al artista.
Ismael Castro, creador plástico, como parte de esta incursión al tema del narco, primero hizo una serie de retratos denominada Los burreros , que son personas encargadas de transportar droga y que de una semana a otra ya tienen mucho dinero, joyas y una "troca perrona".
También hizo una serie de pick ups de narcos, en donde aparecen camionetas Ram, garigoleadas, pintadas en exceso, "muy decoradas, muy poderosas". Castro realiza una serie de retratos de serigrafía de gran formato para la exposición Las fronteras de la narcocultura .
"Lo que resulta interesante para mí es el soporte, sobre vinil, con imitación piel, hago garigoleo, con telas muy decoradas tipo rococó, para resaltar el art-narcó y la forma en la que visten, resalto que son personas que quieren aparentar tener dinero y vestirse de forma elegante, pero terminan siendo ridículos".
Además elaboró camisetas con alusiones a la violencia y el narco, como fue el caso de la serie Chakanillas , una combinación entre las palabras: Chaka, que significa capo y cachanilla (originario de Mexicali).
Otra de sus obras es la relacionada con la banda inglesa Los Ramones, pero en lugar de colocar al cuarteto de músicos puso las figuras de Ramón Arellano, Ramón Ayala y Don Ramón, entre otros.
En la corriente donde se sitúa Castro, mayoritariamente trabajan jóvenes. "Nadie está trabajando en rollos de concientización, trabajamos sobre iconos fronterizos, pero no tanto para decir si es malo o es bueno".
"Trabajamos el rollo popular fronterizo. Utilizamos esos lugares destinados al arte con la intención de dar a conocer nuestra obra popular, descontextualizamos el término narco y lo llevamos a las galerías. Entiendo que al poner al narco en ese contexto, la lectura termina siendo: ¿estamos rindiendo culto al narco? En mi caso no; sólo retomo este arte popular y estos personajes fronterizos. Sólo quiero provocar, tener osadía".
Para el entrevistado el Art- Narcó tiene origen en el Nortec, sumado al hiperpopularismo, que se ha desarrollado en ciudades fronterizas que padecen la violencia del narco.
"El Art-Narcó no es más que admitir que el narco y su cultura es un hecho muy popular entre la gente, lo vemos diario en las noticias con toda su violencia, pero en la vida cotidiana en su forma de vestir, de hablar, en sus fiestas, autos, todo esto con su toque sui generis .
"A mí el narco me gusta por su parte visual, aunque me doy cuenta de que por otro lado es algo cruel. Vivir en la frontera y estar relacionado con esa gente que mata y que engancha a jóvenes en la droga, no es algo divertido, pero en mi obra he tratado de manejar el tema del narcotráfico como algo colorido, aun cuando estoy consciente de su parte oscura y violenta".
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