Oir a Dios
Pocas objeciones tendría la aseveración de que para la música electrónica de nuestros días, Kraftwerk es poco más o menos que Dios.
Haber entregado el alma por placer a esto que llaman música electrónica, como quién la entrega al diablo por riqueza, tiene sus ventajas.
Una de ellas es poder disfrutar del más reciente material puesto a la venta de ese grupo que cambió nuestras vidas y nuestra forma de escuchar (Kraftwerk).
Aunque es un material que nos debían desde 1983, cuando salió al mercado el "single" tour de france. El album Tour de france -soundtracks- puesto a la venta en agosto del 2003, sigue siendo, a pesar de su añejamiento de 20 años (veinte años no es nada, decía Gardel), un aprendizaje y una avanzada lección de los abuelos robots.
Me considero un hombre afortunado de poder vivir los días en que Kraftwerk todavía saca nuevos discos.
Cuando salió el Electric Café en 1987 (su más reciente disco de canciones inéditas, hasta que salió éste último), lo escuché al menos cien veces contínuas para tratar de aprender algo, aunque creo que aprendí muy poco.
En aquel entonces soñaba con conocer su famoso estudio Kling Klang y ver con qué aparatos producían tan bellos y maquinalmente exóticos sonidos. Ahora ya he perdido tal esperanza, pero me quedo con sus discos y con todas las anécdotas.
Como esa cuando David Bowie, uno de los más célebres fans de Kraftwerk, los invitó a dar un tour con él alrededor de europa a mediados de los 70´s y los anti-glam chicos-robot, declinaron. Sin embargo, Bowie no quiso compartir el escenario con ninguna otra banda que no fuera Kraftwerk y ante la imposibilidad de tenerlos junto a él, todos sus conciertos comenzaron con canciones grabadas en cinta con la música de los alemanes de Dusseldorf.
Para los rockeros, los jazzeros, los blueseros, y demás hordas de melómanos especializados, los precursores de esa música que tanto les gusta y que es tan importante en sus vidas, ya están convertidos en polvo en un panteón.
Ya Beethoven no publicará nuevas canciones, ni se editarán discos con sus "nuevas" composiciones.
A nosotros todavía nos queda Kraftwerk.
Music non-stop...
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