lunes, agosto 21, 2006

Back home:

Regresando de Cd. Juarez. Buena noche en esa ciudad que es visualmente lo más parecido a Tijuana. No es que sea eso cosa buena, simplemente es. Sigue sorprendiéndome eso de que muchos que promedian los catorce años escuchen con tanta devoción la música que hacemos. Uno nunca sabe para quién trabaja. Está bueno eso. Ellos son realmente eso a que tantas veces nos referimos como: la siguiente generación.

Estos dias que vienen son para terminar trabajos musicales atrasados, ver algunas opciones de futuro y seguir con algunos planes sin descarrilar. Probablemente venda uno de mis sintetizadores, un Yamaha CS-60, lo que me obligará a cruzar la frontera hasta San Diego. Odio hacer esas filas, pero no hay de otra.

Hoy compré un par de botellas de vino Casa Madero (cabernet Sauvignon) que espero y sepan tan buenas como las que probé en la Feria Nacional del Queso y el Vino en Tequisquiapan hace un par de meses. También compré un asador y un horno eléctricos para desarrollar mi faceta de chef solterón; y por fin compraré esa corredora eléctrica que tanto he pospuesto comprar.

Todo bien en tecnolandia...

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