domingo, diciembre 04, 2005

informe desde Buenos Aires:

Deben ser casi las cinco y media de la madruga. Recién terminamos de tocar en el Personal Fest y nos han traido al hotel, ahora nos dejaron en el NH City ubicado en el mero centro de la ciudad. En Bolivar 160. Un antiguo edificio restaurado detalladamente en donde se cruza lo vintage con lo moderno de manera equilibrada. Los nortec decidieron seguir la noche en compañía de algunos buenos amigos músicos que tenemos por acá, pero yo he decidido que fue suficiente por hoy, ya que mañana pretendo estár más o menos entero para un concierto de uno de nuestros anfitriones habituales, Gustavo Lamas.

Hoy el clima enloqueció y en cuestión de horas pasó de ser un lindo dia a una tarde furiosa con lluvia y neblina. Tan radical fue el cambio que a las cinco de la tarde los organizadores del Personal Fest (un festival de música con escenarios múltiples al aire libre y carpas, a la orilla del rio, en Puerto Madero), no sabían si se iba a cancelar o seguía todo como lo habían planeado. A pesar del clima decidieron continuar, pero el aforo de gente fue mucho menor al esperado. Yo calculo, de acuerdo a las dimensiones del lugar y al montaje de escenarios y el personal de logística involucrado, que para el dia de hoy esperaban 150,000 personas y fueron 15,000.
A nosotros nos fue bien, muy bien diría yo. Dadas las circunstancias. Tocamos después de Crystal Method y la conección con el público fue muy buena. La primera en brincar a la pista fué Verónica, la chica de Gustavo y de allí prendió toda la pista hasta tener a varios cientos brincando al ritmo norteño-electrónico.

Leo Martinelli nos acompañó toda la noche y hablé con Bruno, pero ya no nos encontramos en el festival. Tampoco pude ver a mi buena amiga, Valeria, pero espero que mañana sea un dia de re-encuentros.

Fue una sorpresa ver la edición de Rolling Stone Argentina con un extenso artículo sobre Nortec y también la revista La Fuga con una muy buena entrevista y fotos a cargo de Humphrey Inzillo.

Buenos Aires es una ciudad encantadora como pocas. Ayer estuvimos tomando cerveza por horas en la Plaza Dorrero de San Telmo. Después visité un tienda de lámparas, seguimos la tarde en una cantina cercana (centro cervecero le llaman acá) y finalmente, comí la mejor carne de mi vida en un lugar de San Telmo llamado La Brigada. Si algún dia vienen por acá no dejen de visitar dicha parrilla Argentina. La dirección es Estados Unidos 465 (sí, ya se. Qué ironía esta de venir huyendo de los gringos e instalarse en una calle con ese nombre). Es casi obligatorio reservar (nosotros por poco y no comememos). Vale la pena cualquier espera necesaria y aunque todos los cortes son fenomenales, yo me quedo con el corte de nombre Colita de Cuadril (que viene siendo la cadera de la vaquita). Un manjar como pocos. Pedimos dos botellas de vino Malbec Mendocino y la cuenta por persona fue de aproximadamente 260 pesos. Sentí que fui al cielo por un instante.

Quedan un par de dias por acá y mucho por recorrer. Quisiera quedarme más tiempo, pero es imposible. Ya será en otra ocasión. Buenos Aires tiene más vida que prisa...

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