miércoles, abril 13, 2005

El "underground".





La palabra underground creo que conceptualmente está superada desde los ochenta y yo siempre pensé que incluso en esos años en que estuvo tan de moda, nunca fue cierta en sus premisas, por lo menos no de manera absoluta.
Musicalmente, ser grupo verdaderamente underground, significaría tener un grupo que no graba sus canciones en ningún formato (para no ser sujeto de comercio) y que tampoco se presenta en vivo en ningún lugar (para no ser conocido). Es decir, un grupo que compone canciones y nadie las conoce excepto el grupo mismo. Un grupo sin distribución de sus canciones (comercio) y sin ningún tipo de reconocimiento (fama).

Como sabemos, tal cosa es práctimente inexistente. Mejor hablemos ahora de lo que se conoció y se conoce como "underground". Se les llama así, a los grupos que hacen música y que cumplen, entre otras, con las siguientes caracteristicas:

*no son grupos muy conocidos, aunque sí reconocidos por un pequeño séquito.
*sus discos no se encuentran fácilmente
*su música no es tan digerible a la primera escuchada, como lo es, por ejemplo, la música que regulamente pasan en la radio comercial.
etc. etc.

De una forma u otra, la mayor parte de los grupos pasan por un periodo "underground". Algunos logran ser conocidos por su trabajo y vender discos y dar conciertos, mientras mantienen sus convicciones musicales y por lo tanto la fidelidad y reconocimiento de algunos escuchas. Es decir se ubican en esa delgada línea de vender sin venderse. Otros, en el momento en que comienzan a vender discos y a ser conocidos, aplican de filosofía de "aprovecha todas las ofertas monetarias que caigan mientras esto dura y vende tus convicciones musicales al mejor postor". Desafortunadamente estos son los más. Aunque esa filosófía es regularmente suicida. El oro les dura poco y pierden toda credibilidad y el poco reconocimiento que estaban ganando.
Hay grupos que nunca tuvieron convicción alguna mas que ser bien famosos y ganar un chingo de dinero y eso es justamente lo que hicieron. A esos no tengo nada que reclamarles, salvo su cinismo.

Al igual que la mayoría, nosotros también pasamos esa etapa que podríamos llamar "underground" y llegamos a otra que podría considerarse "semi-underground", dónde nuestra música, aunque sigue sin pasarse por la radio comercial por no cumplir con ciertos requisitos de tiempo y formato, sí ha recibido un buen nivel de prensa especializada y prensa general y ha obtenido cierto reconocimiento más allá de un pequeño séquito inicial, pero siendo sinceros, la mayoría de la gente no conoce nuestras canciones, aunque, hemos logrado poder (sobre)vivir de hacer música y de dar conciertos.
Es por esto que digo que somos un grupo que pasó del "underground" (concepto realmente inexistente) hacia el "semi-underground" (concepto menos existente aún. Si se me permite lo ilógico de la premisa.)
Había una vez (como en los cuentos de hadas) que no cobrábamos honorarios o estos eran simbólicos. Era el tiempo en que todavía teníamos trabajos de 9-5 para pagar la renta y por las noches nos dedicábamos de "hobbie" a componer canciones. Eran tiempos en que salir a tocar requería de permisos laborales. En esos tiempos, además de no recibir honorarios por tocar, tenías que aguantar que te metieran en hoteles de ultra mala muerte, que parecía que acababan de matar a alguien la noche anterior. Como una ocasión en Guadalajara que el cuarto tenia la colcha y las sábanas llenas de agujeros y la orilla de la cama me llegaba a las pantorrillas; o como cuando se hizo la primer gira de nortec en Estado Unidos que incluía destinos importantes como: Los Angeles, Nueva York, Toronto, lo cual parece maravilloso, hasta que te enteras que el medio de transporte era una minivan blanca que salía de San Ysidro y que nosotros mismos teníamos que manejar por miles de kilómetros, además de dejar el depósito en Avis Rent a Car por si "pasaba algo" en la carretera. Hablar de las nevadas en el freeway y de dormir sentado como sardina a -10 grados será para otro "post".
Historias como esas tengo un millón y todos lo grupos tienen que cumplir con su cuota de "underground".
Ahora, afortunadamente las cosas han cambiado un poco (ya somos semi-underground, remeber?), los honorarios, aunque no son como para hacerse millonario, ni tocando todos los dias del año, pues ya dejan para no quejarse. Los cuartos de hotel son limpios, con internet, cable, room service,tina de baño, etc. Ya los categorizas por estrellitas.
Cada vez que veo cumplidos algunos pequeños caprichos, como el de tener un hospedaje decente , una paga decente, barra libre para nosotros y nuestros invitados, catering en el backstage, transportación disponible, un buen sonido, buenas pantallas de video y sobre todo, que no se manden con los precios de la entrada, que son las cosas que le exigimos a los promotores, los cuales (pobrecitos), se hinchan de lana con nuestras presentaciones, no dejo de recordar en todas las noches en que preferí dormir vestido sobre la colcha de una habitación de olores exóticos y sábanas de agujeros varios; y en donde bañarse era un atrevimiento mayúsculo y sólo quedaba hacerlo en calcetines o correr el riesgo de traerse de souvenir unos ojitos de pescado en los pies.
Y a pesar de todo, no la pasé tan mal, la verdad. La pasaba peor cuando a los 21 trabajaba en la cocina de una maquiladora de 7 am a 3pm, sirviendo frijolitos con arroz, un poco de carne y agüita fresca y por las tardes iba a la Universidad a estudiar economía de 5 a 10 pm.
De todos modos celebro que los hermosos días del underground musical, ya pasaron...

Hay ciudades(todavía) en que las plazas para la música electrónica son mínimas o inexistentes y los públicos extremadamente reducidos. En estos lugares, es obvio que uno tiene que hacer decenas de concesiones, si es que realmente está en el "negocio de la música" por las razones adecuadas, es decir: por la música misma.
Este fin de semana visito Chihuahua. Una ciudad en que los espacios para la promoción de la música electrónica son escasos, pero a los que hay que ir a tocar para que poco a poco se multipliquen.
El sábado tocaré en el patio del Hotel San Juan (el que aparece arriba en la foto). Me cuentan que me hospedaré en el Hotel Jardín que se encuentra justo enfrente.
Welcome back to the old underground: todo sea por la música...

PS: llevaré calcetines gruesos

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