lunes, agosto 02, 2004

ayer

Ayer fui como buen hijo a visitar a mi madre y como buen ciudadano a votar.
Hacía calor y la carretera estaba semidespejada y yo que siempre manejo lento como viejito, decidí probar los seis cilindros del auto estándar.
Para darle un toque más atrevido al asunto y sentime como en película francesa de cine noir, abrí el sunroof que nunca abro, puse el disco Movement de New Order (una joya en movimiento) y pisé el acelerador hasta 120 millas por hora. De Playas a La Mesa en tan solo ocho minutos. Nuevo récord personal.
Todo el tiempo me siento muy conectado con las máquinas, escencialmente eso es lo que hago a diario. Programar sonidos y mover botones y sliders de sintetizadores, cajas de ritmos, controladores y computadoras. Pero pocas veces me había sentido tan conectado a la máquina de un motor con ruedas.
Me sentí eterno y llegué con el pelo alborado. Prendí un puro, me tiré en el sillón nuevo de la casa de mi madre panista de ultra y le pregunté sólo por preguntar, pero sabiendo de antemano la respuesta, que por quién votaría. Y ella me contesta: "por Hank".
Ah cabrón! dije yo. Ahora sí que el mundo se va a acabar...


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