algunas tardes
Hay días en que me levanto con grandes propósitos. Ayer no fue uno de esos días.
Ayer sólo deseaba beber cerveza y emborracharme un poco. Y lo logré.
Una llamada teléfonica, una cita en la cantina habitual y el encuentro con dos amigos de gran estima fueron el escenario.
Bebí rápido, platiqué despacio y terminé deliciosamente ebrio.
No todos los días puede uno levantarse pensando en realizar grandes propósitos o si?
Quizá no exista en esta vida más grande propósito que ser feliz (y andar un poco borracho)...
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