viernes, julio 25, 2003

sobretiempos

Ésta semana ha sido de esas de múltiples compromisos, pláticas, planes y más planes. Y Todavía falta el fin de semana, que al parecer, en mi futuro cercano, será mi único fin de semana por éstas calles que tanto me han enseñado, que tanto me han dado y que tanto me han quitado también.
La juventud la he empeñado en unas cuantas cuadras y en unas cuantas cantinas.

No me quejo de mi trabajo, quién diablos se puede quejar de "trabajar" cuando el trabajo implica tocar tu propia música por lugares que nunca imaginaste conocer? Pero como dice el dicho: ten cuidado con lo que sueñas, que se puede hacer realidad.

En verdad desearía más fines de semana tranquilos en casa, más fines de semana en Tijuana.
Vivir en aereopuertos comienza a ser desgastante, pero por lo pronto es lo que hay que hacer.
No me quejo, desde hace un par de años vivo sin horarios, sin vestimentas obligadas, sin saludos de cortesía para nadie y puedo mandar al diablo a quién se me de la gana, sin mayores repercusiones. Puedo desvelarme a diario y siempre hay dinero para salir a comer y tomar y hasta para pagarle a un grupo norteño para que toque mis canciones favoritas. Responsablemente, también ahorro algo para los tiempos que vienen.
No tengo una esposa a quién darle explicaciones y ya ni siquiera tengo gato para contarle mis aventuras amorosas.

Vivo como un adolescente al que le dieron el trabajo que soñaba..
"El abismo es el muro que tengo
ser yo no tiene un tamaño."

Fernando Pessoa

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