La felicidad está en otra parte.
¿Cómo poder ser feliz con alguién si solamente me he podido ser fiel a mi mismo? Lo cual ya es bastante cosa.
Será cierto lo que decía Eliseo Alberto, eso de que la eternidad por fin comienza un lunes? Creo que yo me levanté tarde como de costumbre y no alcancé mi boleto ni a la eternidad, ni a la felicidad eterna. Por ahora me conformo con pequeños destellos de felicidad (más vale poco a nada), porque como me decía ella: el amor es eterno mientras dura.
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