El día sale y yo me encierro dispuesto a leer mensajes de desconocidos en el internet
para descansar un poco y así poder compartir mis soledades con otros.
Todos por lo menos somos dos (decía Borges) y yo ya perdí la cuenta.
Mi vecino es un idiota que no sabe que a su chica se la folla otro
y yo aquí encerrado entre cables, acompañado de ruidos para creer que estoy vivo.
Si los dioses aman a aquellos que mueren jóvenes,
entonces creo que a mí ya me estan empezando a dejar de querer.
A veces me siento más viejo que mi viejo y eso que él ya está muerto.
Mientras pruebo una nueva mezcla de una canción vieja,
leo mensajes que no entiendo del todo,
veo palabras nuevas que mi diccionario a'un no contempla.
He abortado viejos e-groups o quizá ellos me han abortado a mí.
Pertenecer a una nueva lista es como cambiar de familia,
es sentirse huérfano por unos días y luego mandar todo al diablo
cuando empezabas a disfrutar de la compañia.
Como a Pessoa
creo que cuando me quité la máscara también la tenía pegada a la cara
y no pude sino seguir viviendo con ella.........................
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